Cortinas de humo

Todos sabemos que los medios de comunicación son armas poderosas. Nadie lo sabe mejor que aquellos que gobiernan nuestros destinos, y no estoy hablando únicamente de los políticos, sino de aquellos que están detrás de la crisis que padecemos. Hablo de aquellos con importantes participaciones y capitales, que dirigen al sector bancario, que a su vez dirige a nuestros gobernantes. Pues bien, no hay nada como difundir una cortina de humo para desviar la atención sobre los males que nos aquejan. ¿No os resulta curioso que coincidan en el tiempo el anuncio del rescate a España con el inicio de la Eurocopa?. ¿Por qué tanta prisa en acelerar el rescate bancario?. ¿Acaso tienen miedo de que en Grecia, cuyas elecciones (¡Oh, casualidad!) son la semana que viene, gane la izquierda radical y salgan del euro?. Pues yo creo que esos, quienes manejan los hilos, habrán visto las encuestas de Grecia, y ven que con ellos se les acaba "el chollo". Por eso hay que redirigir los esfuerzos a exprimir a otros/as. Y ahora nos toca a nosotros. La vida en Grecia es muy difícil, y el desánimo cunde entre la población. Los salaros, por ejemplo entre el profesorado, han bajado un 50%, (no tengo certeza concreta de esta cifra), y lo mismo para todos los funcionarios. Este problema nos afecta a todos. A modo de documental, adjunto un par de links que hablan del tema. Profético resulta ahora el programa de la sexta, "Salvados" titulado "Al filo del rescate", y que adjunto aquí.

Podéis llamarme antipatriota, porque deseo que España no gane, porque deseo que despertemos y que nos demos cuenta de que si no tomamos las riendas de nuestro destino, la realidad acabará por engullirnos.

Ahora más que nunca debemos luchar. De una u otra forma. Lo mejor es unirnos, tantos como sea posible. Cuantos más seamos, mejor. Tenemos, por primera vez en la historia, un potente motor de comunicación Internet. Usémoslo en esta guerra, porque es en lo que estamos inmersos, la guerra contra la avaricia. Los estados no debieran medir sus beneficios en términos económicos, sino sociales. Despertemos y luchemos, no nos queda otra.